Siempre encontré maravilloso el poder expresarme artísticamente junto con otros seres, en una rueda de tambores sonando al ritmo particular del candombe. En comparsa experimentando la ancestralidad de la copla y de la voz. Ruedas colectivas de bombos legüeros, cuadrillas de sikuris despertando los sentires más hondos de mi corazón. Y así... siempre en ronda... bailando, marchando, musiqueando, dejando que el ser se exprese con otros, generando así una red poderosa de alegría y magia.
Creo firmemente que el ser humano es un ser artístico, que tenemos la posibilidad de transmitir a través de sonidos nuestras emociones, y que esto nos da alegría, felicidad, comunión, es liberador. El ser tiene oportunidades para estar en armonía, para sentir con el corazón y a través de lo colectivo encuentro un camino inagotable.
En muchísimos lugares alrededor del mundo la danza ahora esta activada, la música esta sonando en ruedas, los tambores repiquetean, las voces dibujan formas en el aire y se entrelazan. Y alli va mi sentir.
He buceado en la investigación de otros tratando de encontrar historias, relatos, experiencias de las expresiones colectivas, finalmente tomando la decisión de comenzar un camino, con mochila al hombro y todo por descubrir!
Nuestros ancestros nos han dejado esto como herencia. Cantar, danzar, ejecutar instrumentos en forma colectiva es activar el nosotros de toda la tierra en que vivimos.
"Somos los creadores de nuestra propia vida; podemos enriquecerla, entregarnos a nosotros mismos y ser tan creativos y felices como queramos serlo" (Morgan, 1991)
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